La Calzada de Guadalupe es uno de los espacios públicos más emblemáticos de la ciudad de San Luis Potosí. Una infraestructura hidráulica crucial para la supervivencia de la población durante siglos, paseo peatonal que alberga y albergó potentes símbolos urbanos como la Caja del Agua, el Santuario de la Virgen de Guadalupe, La ex penitenciaría hoy reconvertida en Centro de las Artes, entre muchos otros. El paseo arbolado ha significado para miles de potosinos, un trayecto placentero de su vida cotidiana por generaciones. No obstante su incontrovertible valor histórico y paisajístico, los procesos de vaciamiento de la zona afectaron su imagen y uso notablemente. Muchas de las viejas casonas señoriales del porfiriato y del periodo posrevolucionario que enmarcaron la Calzada cayeron en abandono, mutilación y deterioro. 

El inmueble remodelado para vivienda unifamiliar es testigo de dichos cambios. La intervención se encontró con una casa oscura, húmeda y poco ventilada, con patologías en revocos y filtraciones en techos. Se optó por demoler una parte de la cubierta del antiguo patio para controlar la luz y la ventilación. Durante el proceso de limpieza de los revocos se manifestaron las reformas que vivió la casa en el tiempo, la división del predio en dos, la invasión de la casa al patio trasero, la fragmentación de las áreas de servicio, etc. La pauta de dichas reformas pueden leerse en el cambio de material, desde el adobe hasta el ladrillo cocido, notablemente más grande que el actual.

La casa se divide en dos tramos longitudinales, uno privado y otro público, el privado es cerrado y más recogido en su luminosidad, el público se abre cenitalmente al sol del sur, bañando muros, vigas de ferrocarril en las cubiertas recicladas en cerramientos, enladrillados en pisos, mezquite en puertas, ventanas y enmasillados en baños. Continuidades visuales a jardines interiores y exteriores, en una disposición lineal que recuerda el trayecto procesional de la Calzada de Guadalupe.